Se trata de una reforma parcial de la vivienda, centrada únicamente en la renovación del baño. Esta intervención incluye la actualización de los acabados, como azulejos y suelos, la modernización de las instalaciones de fontanería y electricidad, y la mejora de la distribución para aprovechar mejor el espacio. El objetivo es aumentar la funcionalidad, el confort y la estética del baño, sin afectar el resto de la vivienda.